Puede decirse
que la ciudad reconoce el orden que el medio natural
le fue permitiendo, configurando de esta manera
un espacio de gran particularidad.
Se materializa así, una combinación
de fenómenos culturales, tales como la necesidad
de adaptarse al medio, la inventiva y habilidad
de los constructores y el diálogo entre diferentes
estilos arquitectónicos.
Su peculiaridad destaca sobretodo por su raigambre
cosmopolita, escaleras, estrechos pasajes, plazas,
miradores, ascensores (funiculares), encrujidas
de vías, edificios monumentales, construcciones
planificadas y espontáneas.
La zona patrimonial posee -en términos generales-
los siguientes límites: por el Norte fondos
de sitios Norte de subida Santo Domingo, y calle
Valdivia; por el oriente calles Blanco, Almirante
Pérez y Cochrane, Muelle Prat y calle Esmeralda;
por el Sur, fondos de sitio Sur de calle Beethoven,
Almirante Montt y fondos de sitio Sur de calles
Urriola y Lautaro Rosas; y por el poniente fondos
de sitio norte de calle Miramar, fondos de sitio
poniente de la subida El Peral y Plaza Justicia,
calle Castillo y fondos de sitio poniente de calle
Santiago Severín.
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